Los últimos meses han sido muy intensos. Desde que volví a caminar solo, muchas cosas se han abierto ante mí, muchas cosas he escuchado, muchas cosas he visto, y he aprendido más.
Todo me ha alimentado y me ha hecho volver a pensar a gran velocidad, a planear, a ponerme retos, a cumplirlos.
Han sido días de cambios, de mejoras, y de peleas contra demonios internos. Faltan peleas por ganar, faltan detalles qué refinar, pero sé que después, cuando se disipe el polvo de la batalla, me veré de pie, vencedor, y el camino se verá claro, nítido hasta el final.
Y caminaré.